He estado leyendo varios titulares en los periódicos del Ecuador y con pánico veo que hay entre 21 y 24 nombres de precandidatos para las elecciones presidenciales del 2021. Y uno reflexiona: “no se ha aprendido nada”. Se sigue dividiendo el voto. La mayoría de los políticos siguen dando prioridad a sus propios intereses personales, ni siquiera a la de sus partidos porque ya ni creo que ellos mismos respeten aquello de las ‘ideologías’.
No hace falta ser Nostradamus, ni tener una bola de cristal para vaticinar que la mayoría de los que se lancen no llegaran a ningún lado. Fernando Balda, Isidro Romero, Guillermo Celi, se quedarán en el camino. “Que se quieren dar a conocer”, “que hay que empezar por algún lado”, bueno, empiecen por la asamblea. Y Alvarito, en su más grande necedad, otra vez anunció que se candidatiza, pero para qué? En todo caso ya le tengo el slogan para su campaña: “¿Hasta cuándo Alvarito, hasta cuándo?”.
Todo esto es un caldo de cultivo para que vuelva a aparecer de la nada, otro ‘Rafael Correa’, cuidado! Mucha gente, harta de ver los mismos de siempre y los nuevos de nunca, puede optar por el primer desquiciado que les vuelva a prometer ‘villas y castillos’ y podríamos terminar otra vez 10 años amordazados en dictadura.
Nos costó tanto salir del correísmo, y ¿nos va a ser tan fácil volver a él?
Nadie se acuerda ahora de eso, ninguno de los que quiere candidatizarse para la presidencia recapacita que no podemos volver a permitir que el “correísmo” regrese al Ecuador y que para eso es crucial trabajar conjuntamente, trabajar con estrategias para fortalecer el voto democrático y debilitar cualquier grupo populista. Pero no, ellos solo piensan en: yo, yo, y yo.
Las alianzas políticas sigue siendo la mejor opción, creo yo. Deshacernos de aquellos que quieren confundir y hacernos perder el tiempo. Que los serios, y los que realmente quieren servir a su país, se reúnan y dejen sus intereses a un lado, por una vez en su vida. Que logren consolidarse a pesar de sus diferencias.
En una entrevista para el medio Infobae, los politólogos Facundo Cruz y Javier Duque sostuvieron que existe “un miedo latinoamericano a las coaliciones y al pluralismo político”. Y añaden que en muchos países de la región, las coaliciones entre partidos con diferencias ideológicas son vistas como herejías. Bueno, no creo que en Ecuador tengan precisamente “miedo” a la alianza política. Más bien es algo calculado el no hacerlo, y de hecho ni siquiera considerarlo. Los partidos van tras las elecciones como si fueran tras un “negocio redondo”, con el discurso trillado de “cuando esté en la presidencia voy a hacer esto, lo otro y aquello…”, cuando en realidad parecieran decir “voy a hacer la mayor cantidad de dinero que pueda”.
Y si lo de las alianzas no se dan, ¿qué hacemos? La otra opción, será impulsar la candidatura más fuerte. La que que tenga mayor posibilidad de derrotar a la candidatura correísta. Hay que, como sea, apoyar al más fuerte y cerrarle el camino al pasado. Así de simple, así de vital. No lo podemos adornar con nada más. Sino, terminamos como el caso de Argentina, que al final regresó a lo mismo.
Habrá que esperar a ver quién es la opción más fuerte, hasta mientras, ojalá que se pare la mano con eso de seguir candidatizándose a diestra y siniestra. Como bien dijo hace poco el periodista Carlos Vera, en su cuenta de Twitter: “21 precandidatos presidenciales no es inmadurez, sino estupidez”.
Señores precandidatos, ¿qué hace falta para que ya salgan de esta estúpida inmadurez?
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COALICIONES – Una guía para partidos políticos
*Elaborada por el Instituto Nacional Democrático para Asuntos Internacionales y el
Centro para la Paz y los Derechos Humanos de Oslo.
https://www.ndi.org/sites/default/files/coalitionguide10-160810161428.pdf