Uno a uno
(Foto: Caricatura de Xavier Bonilla ‘Bonil’, vía El Universo)
Por Betty Escobar
@b3scobar
¿Qué es ser presidente? Según la Real Academia Española, un presidente es la cabeza o superior de un gobierno, consejo, tribunal, junta o sociedad. ¿Qué es ser un líder? Es una persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora. Un buen líder debe poseer honestidad, habilidad para delegar, tener una actitud positiva y el poder de inspirar a los demás. Puedo seguir con la lista de cualidades o con la definición de otras palabras como tolerancia, inteligencia, educación, diplomacia, pero ¿para qué? si nada concuerda con lo que representa el tesorito de la palabra sagrada. Él solo sigue fomentando más odio e intolerancia entre todos.
¿Cómo es posible que un presidente le diga a un legislador (luego de insultarlo): “Sabe dónde encontrarme o diga dónde nos encontramos y arreglamos nuestros problemas uno a uno”? Sin importar cuál sea el tema que le haya hecho perder los estribos, tenga o no la razón, no existe justificativo alguno para esta clase de comportamiento. Es inaceptable que el líder de cualquier país dé a entender que las cosas se arreglan a la fuerza. ¿Cómo espera que sus mandantes lo respeten cuando no hay cordura ni sensatez en sus acciones? Luego lo anda exigiendo a punta de demandas, difamaciones y amenazas.
Lo peor es que esta no es la primera vez que presenciamos una reacción de esta naturaleza. Ahora fue con Andrés Páez, pero ya antes, en 2012, hizo lo mismo con Andrés Roche. En esa ocasión, el líder máximo de Alianza PAIS le dijo a Roche: “Vamos un uno a uno donde sea. No te cobijes en tus garroteros. Y si quieres ven con tu patrón Nebot”. Si así pretende arreglar sus diferencias con alguien, ¿qué podemos esperar de las crisis y conflictos que pueda tener con la política de otros gobiernos? ¿Cuántas decisiones que afectan a todo un país habrán sido tomadas de forma impulsiva? ¿Y por qué la manía de tomarse todo personal? Nadie está cuestionando o criticando al dueño de una hacienda o una tienda, sino a un presidente que tiene la responsabilidad de tomar decisiones que afectan a los ciudadanos y a quienes debe dar, gustoso, explicaciones.
Debo confesar que cuando escuché el reto hecho a Andrés Páez, me acordé del venezolano Nicolás Maduro, porque él también reacciona visceralmente. De hecho, en agosto de este año le dijo a Álvaro Uribe: “Vente pa’ acá para darte lo tuyo”, mientras inauguraba un gimnasio en Caracas. ¡Cuánta diplomacia revolucionaria, compañeritos!
Volviendo a Ecuador, el asambleísta Andrés Páez aceptó el reto, pero con un par de condiciones: un debate y luego que sea en serio lo de “uno a uno” y no con cientos de guardaespaldas. Mientras, el de los desafíos escribió en Twitter: “Ya no perderé más mi tiempo… Pido disculpas, sobre todo a los jóvenes…”. Y luego –en el mismo mensaje– se dedicó a insultar a “el dirigente de los de luto”, ¿se habrá referido a Páez? En fin, ¿hasta cuándo no actúa como un verdadero estadista?
Hay tantos temas urgentes por atender, lo último que necesitamos es esta clase de provocaciones absurdas. Dejo aquí las palabras del científico, autor y bioquímico estadounidense Isaac Asimov: “La violencia es el último refugio del incompetente”.
* Este artículo fue publicado, el 22 de Octubre del 2015, en el diario El Universo
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