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¿Un grande?

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Por Betty Escobar
@b3scobar

La Real Academia Española (RAE) define “grande” como un prócer. A su vez, la palabra prócer se refiere a una persona de alta calidad o dignidad que contribuye al engrandecimiento o a la liberación de su comunidad. Cuando pienso en “un grande”, se me vienen a la cabeza Nelson Mandela, Martin Luther King Jr., Simón Bolívar, Mahatma Gandhi y otras personalidades de prestigio histórico que han luchado por una causa de interés común. “Un grande” entonces es una persona que sobresale por su entereza, su generosidad, su entrega, y que pasa a la historia por lo destacado de sus virtudes y por la inmensa aportación hecha a su nación o al mundo.

¿Se puede llamar “un grande” a Fidel Castro, quien según Madrid María Werlau (directora ejecutiva de Archivo Cuba), “sentía un profundo desprecio por la vida humana”? Archivo Cuba es una organización no gubernamental que recopila datos y un registro de las víctimas cubanas durante el régimen comunista de Castro, que comenzó en 1959. En un discurso, Fidel prometió a su pueblo que resolvería todos sus problemas “sin derramar una gota de sangre”, pero no lo cumplió. Solo hasta el 2007, Archivo Cuba había documentado 8.190 asesinatos cometidos por el gobierno de Fidel. De esas 8.190 personas asesinadas, 5.775 habrían sido ejecutadas, 1.234 asesinadas extrajudicialmente y 984 habrían sido víctimas de homicidios provocados dentro de las cárceles. Dentro de estas cifras no están incluidas otras decenas de miles que murieron por tratar de escapar de la isla en busca de libertad. Werlau sostiene que el número de víctimas es mayor, “pero el proceso de documentación es lento”.

El reporte de Archivo Cuba revela también que las muertes se iniciaron con ejecuciones masivas difundidas por los medios de comunicación para infundir miedo en la población. Su directora dice que, por los testimonios de los familiares de las víctimas, se ha confirmado que campesinos, mujeres embarazadas e incluso niños fueron asesinados: “Sus cadáveres eran paseados e insultados como método de propaganda interna”. Pudiera seguir diciéndoles de las demás atrocidades que detalla el informe de esta organización, pero son tantas que mejor les recomiendo visitar www.archivocuba.org, para que sigan horrorizándose del monstruo que fue Castro.

En lo personal no puedo sentir respeto por una persona que asesinó a tantos de los suyos por pensar diferente a él. No está dentro de los principios que me inculcaron mis padres y maestros. No puedo sentir respeto por un tirano despiadado. Más bien siento repudio e indignación que haya gente que crea que Castro fue “un grande”. ¿Qué falta de ética, moral y valores humanos se debe tener para decir cosas como: “Fidel seguirá viviendo en los rostros de los niños”… “en esta isla maravillosa se han construido murallas de dignidad, respeto y solidaridad”… “Se fue un grande. Murió Fidel”? Como ecuatoriana pido públicamente perdón a las familias de miles de cubanos asesinados, por las barbaridades dichas por alguien que tampoco ha sabido respetar la libertad, ni los derechos humanos de sus ciudadanos. Lo único que me reconforta es que estoy segura de que a él también la historia lo juzgará y lo pondrá en el lugar que se merece junto con Fidel, uno de olvido, condena y rechazo.

* Este artículo fue publicado, el 8 de Diciembre del 2016, en el diario El Universo

diciembre 8, 2016por Betty Escobar
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¿En familia, sin política?

Por Betty Escobar
@b3scobar

En 1621, un grupo de colonos de Plymouth (ahora Massachusetts, Estados Unidos) compartió una comida con los indios de la tribu local Wampanoag, para celebrar la cosecha del otoño. Esto daría inicio al Día de Acción de Gracias (conocido en inglés como Thanksgiving), que por más de dos siglos continuaría celebrándose. Pero esta fecha no se convirtió en una festividad nacional hasta 1863, cuando el presidente Abraham Lincoln, en medio de la guerra civil, así lo proclamó. El Día de Acción de Gracias es una ocasión conmemorativa y familiarmente tradicional en la que se celebra todo lo ‘cosechado’ con la familia, el trabajo, la salud y el amor. Se agradece por todas las bendiciones recibidas.

Cada cuarto jueves del mes de noviembre, aproximadamente, cincuenta millones de personas viajan a través del país para pasar con los suyos el Día de Acción de Gracias. Definitivamente, es una fecha muy esperada, pero este año la fiesta se celebra a pocos días de haberse llevado a cabo las elecciones presidenciales. Con un país tan dividido, como lo mostraron los resultados de los comicios, los estadounidenses están nerviosos y estresados de los temas que se abordarán durante la cena de acción de gracias. Una encuesta realizada por ABC News muestra que el 45% de los norteamericanos está seguro de que el tema político será inevitable en este Thanksgiving.

La preocupación de que durante la cena familiar se hable de política es porque a veces no todos saben debatir diplomáticamente. Algunos se dejan llevar por sus pasiones, sin darse cuenta de que pueden arruinar una fecha tan especial. El psicólogo Mark Reineke recomienda lo siguiente para evitar conflictos familiares: se debe mantener la calma, reconocer que hay algunas discusiones en las que nadie gana y por lo tanto es mejor evitarlas. Reineke también aconseja que si no es posible evitar una discusión, entonces tratar de cambiar de tema hablando sobre lo delicioso que está la comida, o escuchar comprensivamente mientras las otras personas expresan sus ideas.

El Día de Acción de Gracias, en Estados Unidos, marca el inicio de las festividades navideñas y por esa razón me fue inevitable pensar que cuando en Ecuador, este 2016, se celebren la Navidad y fin de año, estaremos a la vuelta de la esquina de las elecciones presidenciales. Para ese entonces seguramente muchos ya tendrán elegido su candidato/a por quien votarán en febrero del 2017, y con lo apasionados que somos los ecuatorianos, creo que no nos vendría nada mal seguir los consejos del psicólogo Reineke y aplicarlos con nuestras propias familias. No hay nada más maravilloso que opinar libremente, sin ser perseguido por eso, pero respetando y siendo tolerante con las convicciones de los demás. Sea el Día de Acción de Gracias, Navidad o fin de año, estas son épocas para pasar juntos y en paz. Debemos recordar siempre que el amor a los nuestros está por encima de cualquier ideología política. Al final del día, son ellos los que siempre están incondicionalmente apoyándonos, acompáñandonos y queriéndonos, sin importar por quién hayamos votado o por quién vayamos a votar. En la política unos llegan, se quedan y luego se van. ¡La familia es para siempre!

* Este artículo fue publicado, el 24 de Noviembre del 2016, en el diario El Universo

noviembre 25, 2016por Betty Escobar
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Votar por la Democracia

Por Betty Escobar
@b3scobar

Durante el tiempo que he vivido en Estados Unidos he presenciado cuatro elecciones presidenciales. La elección que ganó George W. Bush en el 2000, luego en el 2004 cuando este mismo ganó la reelección, después en el 2008 cuando Barack Obama ganó la Presidencia y en el 2012 cuando Obama fue reelegido. Esta próxima elección del 8 de noviembre de este 2016 será mi quinta elección presidencial en este país. Pero esta vez ha sido completamente diferente a las ocasiones anteriores porque jamás imaginé que presenciaría una campaña electoral con la participación de un candidato tan impresentable como Donald Trump.

La verdad sea dicha, ninguno de los candidatos del partido Republicano eran mucho de mi agrado, pero nunca pensé que Trump llegaría a ser el candidato que representara al partido. Además, no concuerdo en algunas cosas con Hillary Clinton, pero no se puede negar que es una mujer preparada, educada, con experiencia, pero sobre todo es una líder y actúa como tal. Todo lo que puedo decir que Donald Trump no es. Cada vez que he escuchado a Trump (que han sido muchísimas) he sentido vergüenza ajena. La forma en que se ha ido degradando su discurso es nauseabunda. No solo por la división que ha traído entre los norteamericanos, sino por sus complejos, su machismo, su completo irrespeto a las mujeres, su discurso antidemocrático, su ataque a los inmigrantes y su odio a los medios de comunicación, a quienes llama “repugnantes y corruptos”.

Ha sido casi imposible, cuando escuchaba a Trump, no darme cuenta del gran parecido que tiene este con el tesorito ecuatoriano, y por eso –debo confesarles– he sentido miedo solo de imaginar que Trump pueda llegar a la Casa Blanca. Claro que a Trump le sería más difícil, que al tesorito, acabar con la independencia de poderes. El hecho de que muchos de los mismos diputados y senadores republicanos han criticado su comportamiento y algunas de sus propuestas para su plan de gobierno me hace creer que ni ellos mismos permitirán que Trump abuse de su poder, en eso confío. Pero volviendo a la similitud de discurso entre Trump y el tesorito ecuatoriano, vaya que… “coincidencias en Pascuales”. La única gran diferencia que yo encuentro, entre estos dos, es el lenguaje. Uno insulta y miente en inglés y el otro lo hace en español.

Estas elecciones de Estados Unidos definitivamente me hacen pensar también en las que vendrán el 2017 en Ecuador. El reto de los estadounidenses ahora es salvar al país de un ser que puede perjudicarlo enormemente. En Ecuador será algo similar. Si no existe un candidato perfecto, en el momento urgente que se vive hoy, habrá que votar por la mejor opción que nos saque de esa nociva revolución ciudadana. El 19 de febrero del próximo año espero que Ecuador vote, sobre todo, por la libertad. Lo mismo espero en el país norteamericano este 8 de noviembre, que vayamos todos a votar, principalmente, por la democracia. Tal como lo dijo hace poco el presidente Barack Obama: “Nuestro progreso está en la papeleta. ¡La tolerancia, la democracia y la justicia están en la papeleta! ¡Vayan, voten!”.

* Este artículo fue publicado, el 27 de octubre del 2016, en el diario El Universo

octubre 29, 2016por Betty Escobar
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Pura envidia

Por Betty Escobar
@b3scobar

Algunos hombres (aclaro, ‘algunos’) no se acostumbran a la idea de ver mujeres en posiciones de poder. Para estos hombres es inconcebible que la mujer haga algo más que ser madre, ama de casa o como vimos hace pocos días: hablar solo de maquillaje. Es una forma de querer disminuir a la mujer y sus capacidades como persona y profesional. Lamentablemente, esta actitud es recurrente en diferentes ámbitos, pero estas últimas semanas la hemos visto en el plano político.

Muy aparte de por quien vayamos a votar en el 2017, todos los que van por la Presidencia –nos guste o no– gozan de los mismos derechos para presentarse como candidatos. Sin importar si son hombres o mujeres, lo prioritario es su plan de gobierno, su capacidad de servir, su experiencia, su conocimiento y su integridad. Pero no creo que podamos calificar o descalificar a alguien por su género, porque use o no maquillaje o porque se le noten o no las arrugas y barritos en la cara.

No puedo creer que en pleno 2016 “algunitos” aún recurran a comentarios tan bajos para atacar a una mujer, cuyo pecado es gozar de la inteligencia que ellos no tienen. Para mí, esa es la única explicación para tanto veneno: pura envidia. Quien propaga palabras denigrantes debió prepararse mejor cuando tuvo la oportunidad, en lugar de andar justificando su ineptitud con insultos. Debió realmente aprender economía, por ejemplo, cuando estudió en la universidad. Debió aprender mejor sobre buenos modales y buenas costumbres, sobre valores como el respeto, la humildad, la tolerancia, la bondad, la honestidad y la empatía. Pero quien carece de todo eso es quien usualmente trata de minimizar a quien sea a su alrededor. Y por supuesto, hacia las mujeres hay una dedicación especial. Pero ¿por qué?

Biológicamente hablando, algunos hombres son más competitivos con las mujeres debido a su alto nivel de testosterona y esto los convierte en seres más agresivos y hambrientos de poder. Así lo mantiene el sociólogo Stephen Goldberg. Por su parte, la psicóloga Lora Park sugiere que algunos hombres simplemente temen a las mujeres con más intelecto que ellos. Primero se sienten atraídos a ellas, pero luego buscan distanciarse porque la ambición de estas mujeres les excede y se sienten amenazados. Es decir, puro machismo en toda la extensión y significado de la palabra. Finalmente, la psicóloga Elizabeth Lombardo cree que la única forma de superar este complejo machista es “apreciar la inteligencia que cada uno tenga, dejar de compararse con las mujeres y aceptar que todo es resultado de un problema con su propia autoestima”.

¡Bingo! Pero ya esa nos la sabíamos. Nuestro machista criollo lleva 10 años haciendo gala de sus complejos y resentimientos sociales contra las mujeres ecuatorianas. El maltrato e irrespeto ha rebasado los límites. Lo único que me queda por decirle es lo mismo que el presidente Barack Obama opinó de Donald Trump (otro machista acomplejado que odia a las mujeres inteligentes): “Solo demuestra su infinita inseguridad, quiere hacerse el más poderoso mientras trata de pisotear a quienes quiere mantener bajo él. Esa no es una característica de un líder, ni de alguien que le importe los valores que queremos transmitir a nuestros hijos, las nuevas generaciones”.

* Este artículo fue publicado, el 13 de Octubre del 2016, en el diario El Universo

octubre 29, 2016por Betty Escobar
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¡Zas revolucionario!

Por Betty Escobar
@b3scobar

Siempre ha sido la marca de la revolución: escándalos que pasan todos los días y al mismo tiempo. Por eso siempre la he llamado “Revolución Speedy Gonzales”, porque se mueve tan rápido que no hay ni tiempo de procesar cada cosa orquestada por “los mismos de siempre”. Así distraen la atención de las cosas realmente graves que traman a nuestras espaldas.

Si no son las típicas demandas para defender su “honra”, es la interminable persecución a los que se atreven a contestarle al autoproclamado “rey”, o el caso de los pases policiales, o la incursión de la hija del “rey” en el periodismo de opinión (a la que no se le puede hacer ni una sola crítica porque eso es “miseria humana y meterse con la familia”), o los constantes insultos y amenazas de trolls gobiernistas por opinar diferente al “rey”, y por supuesto, una de las últimas perlas de la revolución: los videos en los que se aprecia a supuestos militares entrenando a civiles para contrarrestar protestas o marchas (y que han sido calificadas por algunos funcionarios públicos como una mañana deportiva, un pícnic o un curso de oratoria).

Así van diez años de lo mismo, todo el tiempo es un nuevo escándalo. Pero ¿cuál es el propósito? Lo he dicho varias veces: tenernos abobados, como pavos luego de haberles dado mucho vino para que ni se den cuenta el momento en que ¡zas!… les cortan la cabeza. Y a ese instante es al que temo, a ese “zas” que aún no llega, porque aún no hemos visto lo peor de la revolución. Todos conocemos la crisis económica, la inseguridad que hay, el descalabro político que vivimos, pero no, no terminan aún de dar su golpe mayor.

¿Y cuál es ese “zas”? Con las elecciones a la vuelta de la esquina, con un Consejo Nacional Electoral (que no muestra nada de independencia y transparencia), con los jueces a la orden del “rey”, más el egoísmo de varios políticos que siguen concentrándose en sus propios intereses sin dar prioridad a los de todo un país, somos una bomba de tiempo haciendo tictac al ritmo que la revolución nos vaya dictando. Y si no hacemos nada, explotaremos en el 2017.

No esperen el nuevo escándalo de mañana. Ya hay que curarnos de espanto. Ya nos quitaron la libertad de expresión, el debido proceso, la justicia independiente y la democracia. No permitamos que nos quiten el derecho a decirles: ¡Basta! ¡Hasta aquí llegaron, se fueron!

Si los políticos de oposición ya no se pusieron de acuerdo, como muchos esperábamos, entonces nosotros ya tenemos que ir decidiendo quién es el mejor opositor para salir de este Gobierno opresor. Ya la unidad de los políticos pasó, ahora es la unidad del voto. Ya no perdamos más tiempo porque el “zas” de ellos es perennizarse en el poder, sin aflojar la teta que tanto les ha dado y que no da más. Es hora de actuar, ¡y actuar es votar con conciencia! Repito, hay que elegir al mejor opositor. Aun cuando no sea perfecto, pero si puede sacarnos de este infierno de las manos ardientes, ¡ese es! ¡Punto! Recuerden: ¡voto con conciencia mata “zas” y escándalos revolucionarios!

* Este artículo fue publicado, el 22 e septiembre del 2016, en el diario El Universo

octubre 29, 2016por Betty Escobar
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Sobre Mí

Sobre mi

B.S., Legal Studies. Actualmente me desempeño como Paralegal en el área Civil (Housing) de The Legal Aid Society de New York. Previamente trabajé por 18 años en producción de TV & Film en las ciudades de Guayaquil (6) y New York (12). Columnista de opinión del diario EL UNIVERSO por 6 años. Soy activista de derechos humanos.

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