¿En familia, sin política?

Por Betty Escobar
@b3scobar

En 1621, un grupo de colonos de Plymouth (ahora Massachusetts, Estados Unidos) compartió una comida con los indios de la tribu local Wampanoag, para celebrar la cosecha del otoño. Esto daría inicio al Día de Acción de Gracias (conocido en inglés como Thanksgiving), que por más de dos siglos continuaría celebrándose. Pero esta fecha no se convirtió en una festividad nacional hasta 1863, cuando el presidente Abraham Lincoln, en medio de la guerra civil, así lo proclamó. El Día de Acción de Gracias es una ocasión conmemorativa y familiarmente tradicional en la que se celebra todo lo ‘cosechado’ con la familia, el trabajo, la salud y el amor. Se agradece por todas las bendiciones recibidas.

Cada cuarto jueves del mes de noviembre, aproximadamente, cincuenta millones de personas viajan a través del país para pasar con los suyos el Día de Acción de Gracias. Definitivamente, es una fecha muy esperada, pero este año la fiesta se celebra a pocos días de haberse llevado a cabo las elecciones presidenciales. Con un país tan dividido, como lo mostraron los resultados de los comicios, los estadounidenses están nerviosos y estresados de los temas que se abordarán durante la cena de acción de gracias. Una encuesta realizada por ABC News muestra que el 45% de los norteamericanos está seguro de que el tema político será inevitable en este Thanksgiving.

La preocupación de que durante la cena familiar se hable de política es porque a veces no todos saben debatir diplomáticamente. Algunos se dejan llevar por sus pasiones, sin darse cuenta de que pueden arruinar una fecha tan especial. El psicólogo Mark Reineke recomienda lo siguiente para evitar conflictos familiares: se debe mantener la calma, reconocer que hay algunas discusiones en las que nadie gana y por lo tanto es mejor evitarlas. Reineke también aconseja que si no es posible evitar una discusión, entonces tratar de cambiar de tema hablando sobre lo delicioso que está la comida, o escuchar comprensivamente mientras las otras personas expresan sus ideas.

El Día de Acción de Gracias, en Estados Unidos, marca el inicio de las festividades navideñas y por esa razón me fue inevitable pensar que cuando en Ecuador, este 2016, se celebren la Navidad y fin de año, estaremos a la vuelta de la esquina de las elecciones presidenciales. Para ese entonces seguramente muchos ya tendrán elegido su candidato/a por quien votarán en febrero del 2017, y con lo apasionados que somos los ecuatorianos, creo que no nos vendría nada mal seguir los consejos del psicólogo Reineke y aplicarlos con nuestras propias familias. No hay nada más maravilloso que opinar libremente, sin ser perseguido por eso, pero respetando y siendo tolerante con las convicciones de los demás. Sea el Día de Acción de Gracias, Navidad o fin de año, estas son épocas para pasar juntos y en paz. Debemos recordar siempre que el amor a los nuestros está por encima de cualquier ideología política. Al final del día, son ellos los que siempre están incondicionalmente apoyándonos, acompáñandonos y queriéndonos, sin importar por quién hayamos votado o por quién vayamos a votar. En la política unos llegan, se quedan y luego se van. ¡La familia es para siempre!

* Este artículo fue publicado, el 24 de Noviembre del 2016, en el diario El Universo