‘Queridos jóvenes’

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Por Betty Escobar
@b3scobar

Una y otra vez escucho cómo manipula esta frase. Una y otra vez me indigno al ver cómo pretende utilizar a los jóvenes y trata de engañarlos, muy cínicamente, les dice que los que mienten son los demás: los que denuncian los abusos, la corrupción, los perseguidos, los insultados, los difamados.

Tiene muy bien pensado su plan para calar en la mente de los jóvenes porque está consciente de que han sido ellos los que han tomado la sartén por el mango cuando se han cansado de la tiranía de los gobiernos. Han sido los jóvenes los que han abierto los ojos, han visto que su presente y futuro están en riesgo, y han sacrificado todo con tal de defender su derecho a progresar y a ser felices. Por eso su manía de dirigirse a ellos todo el tiempo. Pero nuestros jóvenes ya saben quién dice la verdad y quién no.

De hecho, ya muchos de ellos han demostrado su preocupación por la situación que el país afronta hace años. Se han organizado, se han expresado, y esto les ha costado: han sido acosados y agredidos por el solo hecho de querer hacer algo por la libertad, los derechos y la democracia. Jóvenes como los 10 de Luluncoto que fueron acusados de terrorismo y sentenciados a un año de cárcel por reunirse a discutir sobre temas de coyuntura social y política. O los jóvenes de YASunidos, que por plantear propuestas y alternativas sobre la explotación petrolera en el Yasuní han sido también objeto de persecución, así como de agresiones cuando se han manifestado (en las calles) de forma pacífica. No se diga insultos, los han llamado de todo: “tirapiedras”, “falsos ecologistas”, “politiqueros”, “pelucones”, “noveleros con la panza bien llena”, “incoherentes”, “asalariados de Chevron”.

También están los jóvenes que desde hace algún tiempo ya convocan a los ciudadanos para protestar contra los abusos del Gobierno y sus políticas. Hemos visto muchos videos en los que se observa cómo son golpeados por las fuerzas del orden, pero ellos siguen, sin miedo, alzando su voz. Gran ejemplo de valentía que nos dan. Ellos cuestionan, critican y exigen al poder, aun sabiendo el riesgo que corren de ser enjuiciados o amenazados con flores y chocolates.

Y debo aclarar algo, en su mayoría, estos jóvenes no son afiliados a partidos políticos y han dicho muchas veces que no pretenden tumbar gobiernos, pero tampoco quieren quedarse cruzados de brazos. Cansados están ya de 9 años de lo mismo y lo mismo, de que no haya alternancia en el poder, de no tener trabajo, de la inseguridad, de no poder estudiar la carrera que ellos quieren, del miedo de los adultos, de la advertencia diaria: “No digas nada o te meterás en problemas”. Ellos quieren soluciones, respuestas. Desean participar y opinar sobre la política de su país, porque nadie necesita ser parte de un movimiento ni ganar elecciones para hacerlo. Es un derecho.

Por eso: “Jóvenes, a rechazar las mentiras” de los mentirosos compulsivos. Sigan creyendo solo en sus convicciones y luchando por ellas. Pero, sobre todo, sigan preguntando y respondiendo al poder con argumentos, como hasta ahora. Que nadie los subestime y que tampoco nadie olvide nunca las palabras de Juan Montalvo: “¡Desgraciado del pueblo donde los jóvenes son humildes con el tirano, donde los estudiantes no hacen temblar al mundo!”.

Este artículo fue publicado, el 14 de Enero del 2016, en el diario El Universo