Tres meses

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Betty Escobar
@basoledispa

“Más que nunca fuerte en mis convicciones. ¡Querer una mejor Venezuela no es delito!”. Este fue uno de los mensajes que aparecieron en la cuenta de Twitter del líder opositor Leopoldo López el domingo 18 de mayo, día que cumplió 90 días de estar en la cárcel.

El 18 de febrero de este año, López se entregó a la “justicia” venezolana (sí, lo pongo entre comillas porque todos sabemos que ese no es un sistema judicial independiente ni justo) por una orden de captura emitida por la Fiscalía General. Lo acusaban –y lo acusan– de homicidio y terrorismo. Todo esto relacionado con el tema de las protestas estudiantiles que se iniciaron el #12F en Venezuela.

Tres meses se dicen fácil, uno puede pensar: “Ay, no es tanto tiempo”. Pero en tres meses pasa mucha agua bajo el puente. En su celda de 2 por 2 metros, con un baño pequeño, donde no tiene contacto alguno con otros detenidos, el 29 de abril Leopoldo López cumplió 43 años y no pudo ver ese día a su familia. El cumpleaños de su esposa Lilian fue el 5 de mayo y lo pasó sin celebrarlo con ella. En esa misma celda vio a su hijo menor, Leopoldo Santiago, dar sus primeros cuatro pasos. También en ese lugar supo de la pérdida de dos personas cercanas, Gustavo Giménez y Luis Daniel Gómez, asesinados en Caracas tras ser secuestrados. Y recientemente, desde la prisión, se enteró del premio que le otorgó la Universidad de Harvard en Estados Unidos. El Alumni Achievement Awards, que se concede desde 1997 a alumnos con trayectoria. Harvard le dio este reconocimiento a López “por su trabajo valiente a favor del pueblo venezolano”, y su esposa fue a recibirlo en su nombre.

En lo personal creo que lo más ejemplar del líder opositor Leopoldo López –perseguido por el gobierno de Maduro– es no haber perdido su fortaleza y fe aun estando privado de su libertad. No ha desmayado en ningún momento y por el contrario sigue enviando mensajes de aliento al pueblo a través de su esposa Lilian: “Paciencia y resistencia”. Ella cree que su esposo sigue firme porque “sus principios y sus valores no se negocian”.

Pero ese compromiso ferviente de Leopoldo López con Venezuela no es nuevo. Lilian Tintori contó hace pocos días, en una entrevista con Jaime Bayly, que cuando López le propuso matrimonio le hizo dos preguntas: “Lilian, ¿quieres casarte conmigo… No, no me respondas todavía… ¿Te quieres casar con Venezuela?”. Desde entonces, dice ella, supo que su amor y su lucha por su patria eran muy profundos y que por encima de todo iba a estar la lucha.

Ha pasado mucho en la vida de Leopoldo López en estos tres meses de cárcel y no se diga lo que ha estado sucediendo en el país por el que tanto se ha sacrificado. En ese mismo tiempo han muerto ya más de 40 personas en las protestas, 800 heridos. Y según el registro del Foro Penal Venezolano, ha habido 3.019 detenidos, de los cuales 172 permanecen apresados. El Foro Penal asegura que “en 25 años de protestas, 2014 ha sido el año con más detenciones arbitrarias a manifestantes. Ello da cuenta de la magnitud de la represión”.

Nadie puede decir cuánto tiempo más seguirá en la cárcel Leopoldo López, ¿tres meses, seis meses, un año?… ¿Quién sabe? Pero lo que sí sabemos es que –como él mismo dice– está del lado correcto de la Historia y la Historia no olvida ni se equivoca.

* Este artículo fue publicado, el 22 de mayo del 2014, en el diario El Universo