Repaso

por Betty Escobar (@basoledispa)

Aún recuerdo claramente cuando mis padres con todo su amor y sabiduría me inculcaban desde pequeña no dejarme vencer nunca, luchar y trabajar duro por lo que deseaba conseguir en la vida, nunca dejar de soñar en grande, porque todo era posible.

Ahora ya de adulta les agradezco infinitamente por haberme criado con esa gran enseñanza, porque se aplica a todo en la vida; en el campo personal como en el professional. Tengo 42 años y no he dejado de soñar porque estoy convencida (y ya lo he confirmado) que todos los sueños se pueden hacer realidad. Pero hay algo importantísimo que depende de nosotros: no dejarnos vencer por las adversidades que se presentan. Nada es fácil; las cosas cuestan; y cuestan porque valen la pena. 

Luego del 17 de Febrero he notado demasiado derrotismo en la gente. Amigos, familiares y tuiteros andan con la cabeza agachada como si los hubieran condenado a pena de muerte, como si todo estuviera perdido. No quieren hablar del tema, pretenden ignorar el antes y solo pensar en el  futuro, pero es imposible encaminarte al futuro sin hacer un balance, sin analizar lo que acaba de pasar.

Repiten una y otra vez: “ya solo reconozcamos la derrota y sigamos”, pero no es así, porque no fue una derrota limpia! Y reconocerlo no cambia el panorama actual , es cierto, pero nos pone alerta para el futuro, para lo que venga, para cuando llegue el momento, no actuar como si fuera normal que alguien tenga ventajas sobre los demás en una contienda política, que una organización “supuestamente” independiente muestre tan públicamente favoritismo hacia uno de los participantes. No podemos hacer eso , hay que seguir , sí, pero sin ignorar lo que nos trajo a donde estamos. 

A veces creo que muchos no usan las palabras apropiadas, porque lo que pasó el 17 de Febrero no puede llamarsele “Victoria”.  Recuerdo claramente una *escena de la película “El Dictador”, cuando en una carrera, el protagonista  dispara a varios corredores y luego la franja de “llegada” es traída hacia él para asegurar que gane. Eso exactamente acaba de pasar en Ecuador y negarlo es simplemente absurdo. 

Es verdad, hay que mirar hacia el futuro pero no podemos desconocer el pasado ni el presente. Sé que muchos se sienten desalentados, pero la batalla no está perdida, al contrario , deberia darnos más fuerzas para continuar. 

Será que algunos ya han olvidado lo que sus padres les enseñaron sobre perseverar, insistir, nunca dejarse vencer, levantarte cuando estés caído y luchar, luchar, luchar?

Tal vez no estaría de más tener nuevamente esta conversación con nuestros padres, que nos den una voz de aliento , un repaso de lo importante de esta gran enseñanza, después de todo nosotros se la daremos a nuestros hijos y ellos a nuestros nietos y así pasará de generación en generación, sería gravísimo que se perdiera TAN importante lección en alguna parte del camino.

http://www.youtube.com/watch?v=HrzVT-bmoO0

* Este artículo fue publicado el 27 de febrero del 2013 en La República EC