Nueva York renacida
El 11 de septiembre del 2001, luego de los ataques terroristas, la ciudad de Nueva York fue testigo del rescate marítimo más grande y más rápido de la historia. De este aún no han hecho película alguna como la afamada “Dunkirk”. En la operación ‘Dynamo’, más de 300,000 tropas aliadas, durante la segunda guerra mundial, fueron evacuadas del puerto francés Dunkirk a Inglaterra, desde el 26 de mayo hasta el 4 de junio de 1940.
En Manhattan, miles de neoyorkinos durante el ‘9/11’, presos del pánico por los atentados, empezaron a acudir masivamente a la parte baja de la isla. Todos los trenes, puentes y túneles fueron cerrados de forma inmediata. La gente comenzaba a lanzarse al río.
Es entonces cuando la Guardia Costera de los Estados Unidos, Sección Nueva York, hace un llamado desesperado por la radio: “A todos los botes disponibles, esta es la ‘U.S. Guardia Costera, N.Y.’, cualquiera que pueda ayudar a la evacuación en la parte baja de Manhattan repórtese a este llamado”. Nadie sabía qué esperar, pero 15-20 minutos después, la respuesta fue asombrosa! Más de 100 botes llegaban, de diferentes puntos, a Manhattan. Botes de diferentes tamaño. botes de fiesta, yates de lujo, de pesca, de pasajeros, de turismo, todos acudieron. Seguían llegando los botes con el pasar del día y luego de 9 horas, más de 500,000 personas fueron rescatadas y llevadas a salvo a lugares cercanos.
Todo fue posible gracias a la compasión y resiliencia demostrada por los neoyorkinos el día de los ataques. Y es esa misma compasión y resiliencia la que nos va a inspirar ahora para la sanación y renovación que necesitamos para levantarnos nuevamente fortalecidos en esta renacida Nueva York. Ya pasamos una vez por lo que creímos todos había sido “lo peor” que habíamos vivido como ciudad. Nadie pensó que más adelante seríamos puestos a prueba nuevamente y a un nivel inimaginable,
Pero una vez más lo hicimos, y junto a esos héroes de uniformes blanco y azul, bajo el comando de un gobernador-capitán con excelente liderazgo, logramos aplanar la curva de contagios. Estoy segura que toda esa energía que guarda esta ciudad y que nos hace vibrar día a día volverá a ser como antes de la pandemia, tal vez ahora todos vestiremos mascarillas, pero eso no detendrá el espíritu de Nueva York. Ahora solo nos demos abrazos de codo, pero seguiremos saludándonos y sonriendo con los ojos, y dándonos buenos días entre desconocidos.
Porque eso es Nueva York, eso es lo que he aprendido en los más de 22 años que vivo en esta hermosa ciudad. Esta ciudad es más que sus museos, teatros, puentes, bibliotecas, parques, sus lugares turísticos. Nueva York es su gente, sus rincones más escondidos, sus miles de restaurantes (cientos de ellos de comida internacional), su diversidad étnica/racial y por ende linguística (más de 600 idiomas), su ‘slang’ (modismos), y sus revistas y periódicos más representativos. Es como muy bien Billy Joel lo describe en su canción, “Nueva York es un estado mental” y eso no lo detiene nada.
Estoy segura también que encontraremos una forma de perpetuar en nuestra memoria a todos los que perdimos en estos últimos meses porque ellos eran parte de nosotros y serán siempre recordados.
Esta “selva de cemento en donde los sueños se hacen realidad” puede llegar a ser la más dura a veces, pero la que más te abraza también.
Como dijo hace poco el Gobernador Andrew Cuomo: “Somos una Nueva York fuerte, y yo amo a Nueva York porque Nueva York los ama a todos ustedes: negros, blancos, latinos, asiáticos, altos, bajos, homosexuales, heterosexuales. Nueva York ama a todos y por eso amo a Nueva York. Y al final del día, aunque haya sido un largo día y vaya si este lo ha sido…el amor siempre gana”.
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• Documental BOATLIFT – An Untold Tale of 9/11 Resilience
https://www.youtube.com/watch?v=18lsxFcDrjo&t=615s
(Narrado por Tom Hanks)
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