¿Devolvió?

Por Betty Soledispa de Escobar
@b3scobar

Hace unas semanas, el periodista Carlos Vera entrevistó al consejero presidencial Santiago Cuesta en su programa Veraz. En su primera intervención Cuesta dijo, refiriéndose al gobierno de Lenín: “…un gobierno que devolvió la honorabilidad al Ecuador, devolvió a los periodistas la libertad de expresión. Hoy te puedo decir que hay gente que abusa de ese privilegio… de ser periodista y ataca al presidente Moreno, sin pruebas… sin embargo, no hay un solo juicio contra un periodista”.

“Devolvió a los periodistas la libertad de expresión”… Uno no puede devolver a nadie un derecho. Un derecho es inherente a nuestra condición de ser humano. Por años, durante la dictadura de Correa, muchísimos no callamos por defender el derecho a expresarnos libremente. Nunca nos despojaron de ese derecho, lo ejercimos arriesgándonos a ser amenazados, acosados, perseguidos, nosotros y nuestras familias. Entonces, no se jacte de algo que es imposible de hacer y de una lucha que no realizó junto con los ciudadanos para conservar ese derecho. El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclama: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Y no, no habla de ser o no ser periodista, es un derecho de todo ser humano.

“Hay gente que abusa de ese privilegio”… No, porque la libertad de expresión y prensa es un derecho y no un privilegio. El privilegio se otorga y se revoca. Ni ser periodista, ni expresarse libremente son un “privilegio”. Y en realidad, hay un gran malentendido, porque lo sucedido es lo siguiente: Lenín y su gobierno empezaron a respetar nuevamente el derecho de los ecuatorianos a opinar y expresarse con libertad. No nos devolvió nada.

Hay que tener mucho cuidado con las palabras escogidas al definir lo que ha sido la transición de la dictadura de Correa al gobierno de Moreno. Vinimos de una tiranía que violaba los derechos humanos y pasamos a un gobierno que prometió respetar esos derechos. Pero eso de “devolver”, “privilegio” suena a favor, y realmente un gobierno responsable, comprometido, plenamente democrático sabe que a los ciudadanos no se le hacen favores. Los funcionarios públicos tienen la obligación de respetar los derechos de sus mandantes y velar por la democracia del país.

“Ataca a sus ministros, a su gobierno; sin embargo, no hay un solo juicio contra un periodista”… Una prensa libre que investigue e informe es el ingrediente principal de una democracia. Y otra vez me suena a favor aquello de que no haya periodistas enjuiciados, mal. Limitar, restringir el derecho de informar o intimidar a los periodistas en su labor pudieran ser los primeros pasos para regresar al pasado. ¿Eso queremos?

Correa rompió muchos periódicos en sabatinas, insultó, amenazó, acosó y enjuició a la prensa, pero los ecuatorianos siguieron informándose de ella. Tal como alguna vez lo dijo Thomas Jefferson, presidente de Estados Unidos: “Prefiero una prensa sin Gobierno que un Gobierno sin prensa”.

* Este artículo fue publicado, el 23 de mayo del 2019, en el diario El Universo