Conversando con Fernando del Rincón

Por Betty Escobar
@b3scobar

Con casi 30 años en el ejercicio del periodismo, Fernando del Rincón es un profesional de la información y la verdad. Frontal e incisivo. Siempre pendiente de los temas concernientes a países latinoamericanos, incluidos su natal México y Venezuela. Pero Venezuela ha llegado a ocupar un lugar muy especial en su vida profesional y personal. En el 2015, él confesó: “Venezuela es el país más especial, después de México”. Le pedí a Fernando que nos hablara un poco más sobre eso. “Venezuela se encontraba en una situación atípica de la que ni siquiera la comunidad internacional se había percatado. Y me parece que desde un punto de vista periodístico había que ponerla en un lugar especial en cuanto al tratamiento de la información… El no hablar de Venezuela como un caso especial, para mí como periodista y como ser humano, sería incongruente precisamente con la perspectiva que se le dé a la cobertura del país”.

Le comento a Fernando que la atención especial que le ha dado a Venezuela también la hemos visto de parte de los venezolanos hacia él. Ellos lo ven como un emblema de inspiración y lucha. Fernando, ¿a qué cree que se deba esto? “Hay un momento muy importante entre los venezolanos y yo. En el 2014, en la universidad en San Cristóbal, Táchira, se denuncia un intento de violación a una muchacha y esto genera un enfrentamiento y la violación de la soberanía universitaria cuando las fuerzas del Estado entran a la universidad. Muy pocos medios cubrieron esto, pero yo tuve el presentimiento de que eso iba a crecer. Tomé la noticia y le di la fuerza que debía tener. Creo que el venezolano de alguna forma entiende que, no sé si sea el único, pero que tal vez haya sido uno de los que contribuyó a la visibilidad a nivel internacional del conflicto venezolano. Y lo enfrento, es un tema que lo manejo frontal, en el que comprometo a funcionarios, exijo respuestas… y los venezolanos empiezan a exigirme que continúe, y de hecho pasamos meses con la cobertura, a diario, si no todo el programa una gran parte del mismo. Cuando tú dedicas un noticiario estelar de CNN durante seis meses o más a la cobertura de Venezuela, pues obviamente el venezolano tiene que sentir una conexión, como la siento yo también”.

Fernando del Rincón habla con pasión sobre Venezuela y los venezolanos. ¿Cree que los jóvenes de ese país son los verdaderos héroes de esta lucha por la libertad? “No me queda ninguna duda. Para mí son los únicos héroes. Es muy triste decirlo, pero ellos son los mártires, las víctimas. Es lo que representan todos esos estudiantes caídos que se han plantado frente a balas de plomo con escudos de cartón y con nada más que con su valentía, su orgullo y su coraje. Incluso sin nada; tenemos esa imagen icónica de ese muchacho desnudo frente a una tanqueta de la guardia nacional bolivariana. Desgraciadamente han tenido que cargar con toda esa responsabilidad, hoy estamos viendo el gran desencanto con los políticos opositores, subrayo políticos opositores, porque la oposición no son solo los partidos políticos nada más. Finalmente hay un centenar de muertos, hoy sus padres, compañeros, amigos, no sienten que hayan sido honrados por su lucha, que se haya cumplido a cabalidad con lo que representó el sacrificio de sus vidas. Me parece que ellos (jóvenes) son el eje central, aunque a veces los hagan a un lado como ahora y todo se convierta en una negociación, un tire y afloja político”.

Siento que la siguiente pregunta que le hago a Fernando es dura, pero necesaria, ¿qué podemos aprender de Venezuela? “Lo primero, que el populismo tiene que ser detectado desde su raíz. Que aunque un candidato hable bien, y tenga un lenguaje coloquial que conecte con el pueblo, no quiere decir que sea un buen candidato. Como ciudadanos debemos dejar de votar por imágenes; tiene que haber fondo para saber elegir a nuestros gobernantes, no solamente forma”.

Llega el momento de concluir la entrevista y antes de despedirme y agradecerle por el tiempo brindado, le hago alusión a un mensaje que escribió en Twitter, el domingo 16 de octubre, luego de conocerse los resultados de las elecciones regionales en Venezuela: “Y tú ¿qué vas a hacer?  Tú qué me lees, ¿y ahora?”. Vuelvo a Fernando y con un poco de atrevimiento le devuelvo una de sus preguntas: ¿y ahora, Fernando? “Las preguntas básicas son las más complicadas. Esa es una pregunta que te invita a una reflexión profunda, ¿qué vas a hacer tú, con interrupciones de agua, sin acceso a medicinas, con un enfermo en tu casa? Traté de aportar algo, de tomar conciencia, de que cada uno debe pensar en una acción a seguir. Tristemente la mayoría de los venezolanos me respondió que se iban del país. ¿Ahora, qué hacer? No soy dirigente político, ni gobernante, ni opositor; soy un simple y mortal periodista. ¿Y ahora qué? Seguir haciendo mi trabajo, seguir cuestionando a quien hay que cuestionar, seguir exponiendo realidades, exigir explicaciones a quienes tienen que darlas, plantear escenarios reales, priorizar situaciones emblemáticas, dar los contextos legales de lo que está ocurriendo, explicárselo a la comunidad internacional para que lo entienda y seguir llamando la atención hacia lo que ocurre en un país que está a punto del colapso. No tengo nada más que hacer o no puedo hacer nada más que eso. Yo creo que tengo más opciones con el ‘y ahora qué?’, que los mismos venezolanos. Pero esa es mi función y lo que tengo que hacer para poder seguir abriendo caminos, espacios de debate, propuestas, denuncias, reflexión, difusión, finalmente, el trabajo de un periodista”.

* Este artículo fue publicado, el 4 de Noviembre del 2017, en el diario El Universo