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Nuestro presente

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Betty Escobar
@B3scobar

“Rechazamos rotundamente las declaraciones del Ministro del Interior y de Educación, de que somos jóvenes manipulados y sin propuestas. Nos movilizamos por nuestros derechos.” Mauricio Chiluisa, Presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE). Según Chiluisa, cientos ofueron arrestados el #17S y durante los dos días siguientes al de la marcha. Hasta el momento de escribir este artículo, aún permanecían 53 personas detenidas, de las cuales, 37 son estudiantes (del Colegio Mejía de Quito).

El miércoles #17S, sindicatos, indígenas y estudiantes marcharon en contra de las políticas del gobierno. La protesta pacífica es un derecho de todo ciudadano pero, al parecer, para las autoridades solo es así cuando son sus aliados quienes salen a marchar a favor de ellos. Los que no están de acuerdo con el gobierno, y osan salir a las calles, son tachados de tirapiedras y desestabilizadores. 

No sé cómo lo perciban ustedes, pero yo siento que no hay una puerta abierta para el diálogo. Si todos estuvieran tan felices con el “buen vivir” de la revolución ciudadana, no habrían marchas, ni críticas, ni exigencias. Pero las hay y eso debe ser respetado y, sobre todo, analizado. Ya ha pasado mucho tiempo sin escuchar a los mandantes. Es verdad que algunos aún tienen miedo de expresarse porque se ha criminalizado tanto la protesta pacífica que ya lo miran como algo malo, pero el #17S pudimos ver como muchos, muchísimos, dejaron ese miedo a un lado e hicieron prevalecer sus derechos y libertades, a pesar de la represión.

Se ha dicho que las marchas son solo intentos de desestabilizar. Pero ¿por qué ignorar las verdaderas razones?. Mauricio Chiluisa (FESE) dijo: “Le invito al Presidente a que viva con 342 dólares mensuales y ahí se dará cuenta por qué son las movilizaciones de los estudiantes”. Escuché atentamente el resto de cosas a las que se refirió Chiluisa y para ser un joven de tan solo 18 años no me pareció un “tirapiedras”, ni una bala perdida en el aire. Al contrario, me pareció contundente, claro en sus ideas y con muchas ganas de ser escuchado. Tal vez es momento de prestar más atención a los jóvenes, no hay que hacerse de oídos sordos, no hay que esperar a que una tormenta se convierta en huracán.

Nadie quiere violencia, pero asimismo nadie quiere provocaciones. En las redes sociales circulan videos de Youtube donde se ve cómo la policía confronta a estudiantes y los golpea. Yo no estoy negando el hecho de que algunos hayan podido actuar mal ese día, pero la policía no puede generalizar y asumir que todo estudiante que estaba en la protesta iba a atacarlos. Luego las autoridades salen solo a defender a los suyos y no hay cabida para errores hasta que se les demuestra lo contrario. Es necesario ver siempre los dos lados de la moneda.

Sucedió antes con los Jóvenes del #Yasuní y ahora con los del #17S. Espero no volver a ver policías golpeando con tolete en mano a estudiantes. Es realmente triste ver como las autoridades reprimen a estos jóvenes que, creo yo, no son más solo el futuro del país, porque han demostrado ya…también ser nuestro presente. 

  * Este artículo fue publicado, el 25 de septiembre del 2014, en el diario El Universo 

* Este artículo fue publicado el 26 de septiembre del 2014 en La República EC

septiembre 25, 2014por Betty Escobar
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El amor prevalece

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Betty Escobar
@B3scobar

La noche anterior habíamos estado en un concierto celebrando los 30 años de carrera de Michael Jackson. Fue una noche mágica y llena de adrenalina. Vimos al rey del pop en todo su esplendor.

La mañana siguiente, un amigo nos despertó con su llamada y nos dijo que un accidente había ocurrido en las Torres Gemelas. Prendimos el televisor y vimos algo que no podíamos creer. Pasaban muchas cosas por nuestra mente, pero para entonces ya sabíamos que accidente no era. Primero se derrumbó la Torre Sur y recién ahí recordamos que desde nuestro jardín se podían ver las torres. Salimos corriendo, en pijama, nos encontramos con otros vecinos y de pronto mi esposo dijo: “la Torre Norte se cae” y yo repliqué “no, no se mueve”. Segundos después observamos como se elevaba una nube de humo desde la base de la torre mientras esta se desmoronaba, yo lloraba, no sentía mis piernas y me agarré del brazo de mi esposo, sentí que me iba al suelo con ella.

Durante dos semanas vimos noticias hasta la madrugada. Policías, bomberos y rescatistas acudieron a la zona de desastre para ayudar. Lo del 9/11 ha sido lo más duro que nos ha tocado vivir. No puedo explicar el temor, angustia, inseguridad, confusión, el dolor que sentíamos…y que sentimos hasta hoy. El dolor no se va.

Nueve meses duraron los trabajos de limpieza en el lugar. Luego se inició la reconstrucción de la zona. Ahora se encuentra ahí el “National September 11 Memorial & Museum at the World Trade Center”. El Memorial consiste de dos piscinas ubicadas en las huellas de las Torres Gemelas, simulan una cascada donde el agua cae continuamente, las piscinas nunca se llenan, esto representa el sentido de pérdida. En el borde de cada piscina se encuentran inscritos, en bronce, los nombres de las víctimas.

Siete pisos bajo las piscinas -donde antes había tiendas de ropa, comida, la estación del tren- se encuentra el Museo. Quien lo visite vivirá una profunda y conmovedora experiencia. Conocerá más sobre las víctimas. Verá documentos, videos, artefactos y piezas que fueron encontradas en Ground Zero o donadas por familiares. La intención del museo es que el visitante llegue a conocer mejor el significado del 11 de Septiembre del 2001.

El Memorial y el Museo se asientan en un lugar donde se produjo un acto de odio terrible, pero en ese mismo lugar también se dieron muchos actos de amor, compasión y sacrificio de quiénes ayudaron a rescatar a sobrevivientes y recuperar restos de víctimas.

Es innegable que existe maldad en el mundo, pero de una u otra forma el amor prevalece. Tal como lo escribe Richard Curtis en su película Love Actually: “la opinión general nos hace creer que vivimos en un mundo lleno de odio y codicia, pero no lo veo así. Me parece que el amor está en todas partes. A menudo no es particularmente reconocido o importante como para salir en las noticias, pero está ahí. Padres e hijos, madres e hijas, esposos, viejos amigos. Cuando los aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas, hasta donde yo sé, ninguna de las llamadas de los pasajeros fueron mensajes de odio o venganza, todos fueron mensajes de amor”.

  * Este artículo fue publicado, el 11 de septiembre del 2014, en el diario El Universo

* Este artículo fue publicado el 11 de septiembre del 2014 en La República EC  

septiembre 11, 2014por Betty Escobar
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Mi manifiesto

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Betty Escobar
@basoledispa

Creí ser más fuerte, creí que todos los días estaría positiva. Debo confesar que el fin de semana que pasó me sentí extenuada, harta, asqueada. ¿En qué momento algunos se dejaron llevar por el odio? Hasta llegué a preguntarme: ¿vale la pena todo esto? Pero, aunque no lo crean, no pasó mucho tiempo para que yo misma me conteste: “claro que sí, por la libertad y los derechos, ¡vale la pena!”. 

No puedo, ni debo perder las esperanzas de seguir soñando con el país que éramos. Algunos dirán: “Pero antes tampoco era bueno”. Puede ser. Pero por lo menos en el país que yo crecí y viví por más de 28 años, no se veían las cosas que vemos hoy.

¡Sueño con un país libre! Donde no nos digan qué debemos pensar, decir, criticar o cuestionar. Donde aquellos que alcen la voz, con todo su derecho, no sean tratados como criminales ni amenazados por aquello. Sueño con un país donde las autoridades no vean como delito opinar diferente. Sueño con un país en el que la balanza de la Justicia no se incline siempre para el mismo lado. Sueño con un país donde se acabe la persecución a quienes denuncian corrupción (y a sus familias).

¡Sueño con un país de libre información! Que se mantenga al tanto a los ciudadanos de lo que sucede en lo político, económico y social, sin que los periodistas sean calumniados, difamados e insultados por cumplir con su trabajo.

¡Sueño con un país que vuelva a ser unido! Serranos, costeños, cholos, indios, montubios, todos iguales, con los mismos derechos. Sueño con un país donde los que no tienen nada, lleguen a tener algo; y los que tienen más que otros, no sean condenados ni castigados por eso.

Sueño con un país donde se deje de tergiversar los conceptos de odio (Sentimiento de aversión y rechazo incontrolable hacia algo o alguien) y opinar (Formar o tener una idea, juicio o concepto sobre alguien o algo). Odio y opinar NO son sinónimos. Sueño con un país donde no se fomente más el odio en cadena nacional de televisión y radio.

!Sueño con un país donde a nadie se le ocurra pagar para que terminen con la vida de otro! Nunca antes habíamos visto eso en Ecuador, o por lo menos, no de la forma que es ahora. Veinte, treinta, cien mil dólares no alcanzan para ponerle precio a la cabeza de nadie. Que la gente vuelva a sentir lo frágil que es la vida y esta sea respetada. Sueño con un país donde no vivamos más en manos de la delincuencia.

Sueño con un país donde no haya miedo, porque ahora mismo lo tenemos todos. Quien diga que no siente miedo, está mintiendo. El asunto es tratar de controlarlo para que no nos controle a nosotros.

Sueño con un país donde nos demos cuenta que somos nosotros quienes mandamos, porque somos los mandantes, los que decidimos nuestro presente y futuro. Sueño con un país que ahora mismo no existe. Algunos me dirán ilusa, pero ¡no me importa! Prefiero pasar por tonta que ser cómplice de tanto abuso y atropello.

 Y usted, ¿con qué país sueña? ¿O ya se conformó con este?

 * Este artículo fue publicado, el 28 de agosto del 2014, en el diario El Universo

* Este artículo fue publicado el 28 de agosto del 2014 en La República EC   

agosto 29, 2014por Betty Escobar
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Gran Jurado

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Betty Escoba
@basoledispa

Hace casi dos meses recibí una carta de una de las cortes de la ciudad de Nueva York. Me citaban para servir como jurado. En Estados Unidos, este es un deber cívico para todo ciudadano.

El día llegó. El proceso tomó horas, hasta que finalmente anunciaron las personas que conformaríamos un Gran Jurado. No, esta clase de jurado no es el que la gran mayoría conoce, el grupo de 12 personas que deciden en un juicio si alguien es inocente o culpable. Ese es un jurado de juicio. Un Gran Jurado está conformado por 23 personas que, por varios días, ven diferentes casos presentados por fiscales; escuchan testimonios y, luego de analizar las evidencias, deciden si hay suficiente prueba legal y causa razonable para creer que una persona ha cometido una ofensa. De ser así, se vota para que esos casos pasen a juicio; de lo contrario, los casos son desechados.

Desde que empezamos nuestro servicio supimos que teníamos un gran compromiso, no solo con el país sino con nosotros mismos, porque acusar a una persona de un crimen es algo serio, y nosotros seríamos quienes decidiríamos hacer o no una acusación formal contra un ciudadano. Como parte de la comunidad, crearíamos un balance al ser una extensión de la corte, y no un agente de la policía o el fiscal.

Mientras revisábamos los casos, teníamos el derecho de hacer preguntas a los testigos, y solicitar al fiscal que los hiciera volver a la sala, más de una vez si era necesario. Debíamos obtener la información exacta de los hechos. Y entre los testigos, por supuesto, estaban policías y detectives que jamás tuvieron reparo en regresar. Ni uno solo nos dijo “no tengo por qué responder” o “no atiendo a ciudadanos corruptos”.

Por dos semanas pudimos ver de primera mano cómo funciona la justicia, pero sobre todo formar parte de ella. Con esto no digo que el sistema judicial de Estados Unidos sea perfecto, pero garantiza su transparencia al hacernos contribuir con la administración de la justicia.

¿Por qué comparto esta experiencia con ustedes? Porque sencillamente me duele mucho saber que donde vivo, tengo la oportunidad de constatar la independencia del sistema judicial, pero al mismo tiempo observo lo que sucede en mi otro hogar, Ecuador. No puedo creer lo que pasa. ¿Un sistema judicial que está en manos de uno solo? A través de la historia hemos aprendido que la justicia es demasiado importante y delicada para que así sea. No es correcto, no es democrático, no es legal.

Aunque el sistema jurídico ecuatoriano no contemple la figura de un jurado, no quiere decir que no existan otras formas para que los ciudadanos comprueben su transparencia. Cuando vemos que se favorece solo a algunos en la justicia, se crean dudas de que esa justicia sea real. Esta debe hacer cumplir la ley a todos por igual. Es necesario proteger a los ciudadanos de cargos infundados, asegurando la participación de jueces y fiscales que no sean manipulables o demasiado sensibles a la voz de una autoridad superior.

Recordemos las palabras del filósofo griego Sócrates: “Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente”.

* Este artículo fue publicado, el 17 de agosto del 2014, en el diario El Universo

* Este artículo fue publicado el 17 de agosto del 2014 en La República EC

   

agosto 17, 2014por Betty Escobar
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Nebot, Rodas…

Betty Escobar
@basoledispa

La semana pasada esperaba con entusiasmo el 25 de julio para celebrar a Guayaquil. Ya los festejos se habían iniciado días anteriores, pero algunos hechos caóticos empezaron a nublar un poco la celebración. Un día antes se aprobó el Código Monetario: una junta reguladora decidirá sobre los fondos de los depositantes; también se aprobó un impuesto de $42 para las compras por internet, supuestamente para impedir la competencia “desleal” con los productores nacionales; El Nuevo Herald informó que la ex vicealcaldesa de Santo Domingo fue detenida en el aeropuerto de Miami por no declarar que llevaba dos lingotes de oro; en cambio, en Ecuador arrestaron a Carlos Figueroa, sentenciado a 6 meses de prisión por injurias; y para cerrar con broche de oro, Twitter suspendió las cuentas de cuatro usuarios críticos al gobierno.

Como verán, ese ambiente no era el más propicio para andar de celebración, pero llegó el viernes 25 de Julio, y ver sentados juntos a Mauricio Rodas y Jaime Nebot en la Sesión Solemne por los 479 años de la Fundación de Guayaquil, provocó en mí uno de los suspiros más profundos. Fue esperanzador. Tal vez me esté adelantando, pero sentí que pudiera ser el principio de esa unidad que tanto hemos esperado.

Que Rodas haya estado presente en Guayaquil no solo demuestra su compromiso con Quito de estrechar lazos con el Puerto Principal, sino también su compromiso con las libertades y derechos. Esta actuación de Rodas debe hacer meditar a otros y entender que no pueden darse el lujo de escoger a las voces que se van a unir. El fin mayor pesa más que las diferencias políticas. La meta es la unidad por la democracia.

También asistieron a la Sesión Solemne los Prefectos de Azuay, El Oro, Morona Santiago, Pastaza; y los Alcaldes de Machala, Guaranda, Tulcán, Daule, Pasaje, El Guabo, Isidro Ayora, Samborondón, El Triunfo y Las Naves. Su presencia representa un avance para el rescate de valores y principios.

Hubo un gran ausente, el alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera. Me informaron que no pudo asistir por un viaje a Europa, pero en su cuenta de Twitter había fotos y comentarios de sus recorridos por la ciudad durante el fin de semana… Sea cual fuese la razón para su ausencia, ojalá la próxima vez sí esté disponible y dispuesto.

Creo que lo del 25 de Julio es un gran paso, debemos recordar que “son tiempos difíciles”, aunque no para la delincuencia, como quisiéramos. Son tiempos difíciles para la libertad de expresión, la democracia y la independencia de poderes. Esos son los ideales por los que hay que trabajar juntos, y el momento es ¡ahora! De lo contrario, nos terminarán controlando hasta lo que comemos con el pretexto de darnos nuevas carreteras.

Nuestro alcalde Nebot fue muy claro en su discurso, hay que perder el miedo cuando se trata de defender lo más preciado:  “Desterremos el temor… pues el temor es el ladrón de todo sueño; y la ignorancia, la carcelera de toda rebeldía. Y esta ciudad y este país, dentro de la Constitución y la Ley, tienen que ser rebeldes cuando defienden su presente, su futuro, su progreso, su vida y su libertad”.

* Este artículo fue publicado, el 31 de julio del 2014, en el diario El Universo   

agosto 1, 2014por Betty Escobar
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Sobre Mí

Sobre mi

B.S., Legal Studies. Actualmente me desempeño como Paralegal en el área Civil (Housing) de The Legal Aid Society de New York. Previamente trabajé por 18 años en producción de TV & Film en las ciudades de Guayaquil (6) y New York (12). Columnista de opinión del diario EL UNIVERSO por 6 años. Soy activista de derechos humanos.

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